Las empresas podrán financiar las actividades del gobierno porteño

Así lo autorizó la Legislatura de la Ciudad con 31votos a favor y 24 en contra. De esta manera, los patrocinadores privados realizarán aportes económicos o proveerán sus bienes y servicios para distintas iniciativas del Ejecutivo, a cambio de la difusión de su marca.
Buscando hacer frente a la crisis y poder fomentar la mayor cantidad posible de actividades, la Legislatura porteña sancionó con 31 votos positivos y 24 negativos la creación de un “Régimen de Patrocinio”, a través del cual personas humanas o jurídicas de carácter privado podrán financiar diversas actividades realizadas por el Gobierno de la Ciudad, a cambio de la difusión y publicidad de su marca.

La iniciativa contó con el acompañamiento de Vamos Juntos y el rechazo de GEN, UC, PTS, PS, MC, Ev, BP, FIT y AyL.

De esta manera, las empresas y personas interesadas en participar podrán financiar programas, eventos y/o actividades de carácter cultural, educativo, turístico, social, tecnológico, comercial, deportivo y/o recreativo; sedes e instalaciones; restauraciones de entornos urbanos, edificios, monumentos, fuentes ornamentales, esculturas y toda clase de bienes muebles o inmuebles de interés histórico, artístico o cultural; y campañas de comunicación, concientización y prevención en materia de salud, educación, cultura, seguridad vial y medio ambiente.

El patrocinio a cualquiera de esas actividades podrá generarse por dos vías: la contribución en dinero o la provisión de bienes y/o servicios. A cambio de este aporte, el Gobierno porteño difundirá el nombre, denominación, marca, imagen, productos y/o servicios del Patrocinador en el activo patrocinado; la comunicación de la acción de Patrocinio en las campañas publicitarias de los patrocinadores.

Además, anualmente se elaborará el “Plan de Patrocinio de la Ciudad”, con el fin de identificar los activos susceptibles de ser objeto de patrocinio. No obstante, no podrán ser patrocinadores los partidos políticos y candidatos a cargos públicos electivos nacionales, provinciales, municipales o del propio distrito; los agentes y funcionarios del sector público; entre otros.

El debate en el recinto

Al respecto de la medida, el vicepresidente primero del bloque Vamos Juntos, Maximiliano Ferraro, explicó que “los sectores privados se tienen que transformar en aliados estratégicos” e insistió en que “queremos que cada una de las actividades y servicios que brinde la Ciudad se vean potenciados para el bienestar de los vecinos”.

Por su parte la diputada del FIT Laura Marrone manifestó que “es llamativo presentar este tema como algo nuevo, estamos ante una nueva intención del Pro de avanzar sobre los beneficios del sector privado por sobre lo público que es de todos” e insistió en que “no queremos que Monsanto patrocine nuestra carrera de Biología ni que Calcaterra ponga su publicidad en las obras de la Ciudad”.

Mientras que el kirchenrista Javier Andrade (UC) precisó que “este proyecto generó una gran preocupación” y advirtió que “todo esto del patrocinio surge en la época de Margaret Tatcher y encima lo quieren aplicar en una época de ajuste en materia de educación y salud; una vez que se hace efectivo ese desfinanciamiento, aparece esta idea de financiamiento”.

A su turno el trotskista Gabriel Solano (PO) aseguró que “están planteando que los fondos que es Estado no va a poner para mantener las escuelas, la ciencia, la salud, los monumentos históricos, entre otros, lo va a tener que poner una empresa” y consideró que “este proyecto es el peor de todos, no tiene ningún tipo de límites, le vamos a regalar a las empresas privadas el carácter ideológico de las actividades culturales de la Ciudad”.

El legislador de Mejor Ciudad Marcelo Depierro advirtió que “acá no hay ni siquiera una evaluación presupuestaria de cómo va a impactar esto en la Ciudad, cuáles serán las necesidades que se buscarán cubrir” y concluyó que “tenemos que discutir que ciudad queremos ser, pero no podemos copiar ideas de otros países de manera descoordinada y terminamos teniendo una ciudad invivible”.

Sobre esa misma línea, Sergio Abrevaya (GEN) destacó que “es una tentación histórica de los Gobierno que financien sus actividades” y denunció que “esta ley contiene al patrocinio de los bienes, ¿cuánto vale la publicidad en el Obelisco? El que hace publicidad con el Estado es porque le conviene”.

Además, el socialista Roy Cortina (PS) añadió que “estamos convencidos de que es un retroceso importante en el manejo público de la Ciudad” e insistió en que “hay que priorizar los intereses de la sociedad”.

Finalmente, el radical Marcelo Guouman (Ev) detalló que “es una buena idea mal implementada y nos hubiera gustado que este tipo de iniciativa, como en los países desarrollados, le otorgue al Estado mayor preponderancia” y sentenció que “así como está redactada, la ley le otorga poder de discreción al funcionario y al empresario disminuyendo la capacidad de control y planificación del Estado porteño”.

Fuente: Parlamentario

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